En la educación de estos niños y niñas no sólo
participo yo, sino toda la comunidad educativa, entre la que se encuentran las
familias. Es por ello que necesité, para esta tarea, su colaboración en
diversos momentos. Los pingüinos fue el tema que inundó las conversaciones de
gran parte de nuestros momentos en la escuela, pero nos encontrábamos con
diversas preguntas, como: ¿podían volar y nadar?, ¿qué comían?, ¿dónde vivían
exactamente?, ¿cómo cuidaban a sus bebés?, etc. Para resolver estas dudas las
familias buscaron información en libros, en internet,…; y aportaron gran
variedad de respuestas. Mis alumnos/as llegaban por la mañana emocionados por
enseñarme lo que habían buscado junto a su familia y lo que podríamos averiguar
con ello.
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